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LOS NIÑOS EN LA GUERRA Y LOS DETERMINADORES EN EL CONGRESO

Por:Vicealmirante (RA) Luis Fernando Yance V.

Especialista en DIH-DDHH

Colombia efectuó un Proceso de Paz con las FARC y es un hecho así el presidente Santos nos haya dicho mentiras y hecho “conejo” con el plebiscito que debió respetarse y, como todo en Colombia, aquel que no es recto en sus responsabilidades no se sonroja ante tal abuso de autoridad, pero en aras de construir se puede aceptar esta decisión política. Sin embargo, hay casos que no se pueden aceptar como los “crímenes de lesa humanidad” que cometieron los jefes de esta guerrilla al reclutar niños para la guerra, y que hoy no pueden ser ungidos como representantes de una sociedad hasta tanto no definan su situación jurídica ante la JEP, que, entre otras, no tienen la celeridad exigida en estos casos.


Muchos de ellos tienen testimonios del “reclutamiento forzado” para engrosar las filas de las FARC. La señora Sandra Ramírez, compañera sentimental del mayor genocida de Colombia Manuel Marulanda “Tirofijo”, con 66 votos obtuvo el respaldo para ser la primera vicepresidente del Senado, lo cual es una afrenta a las víctimas, a los padres de esos niños que fueron reclutados en forma cruel y despiadada para adoctrinarlos y, hoy niega que en esa agrupación guerrillera existiera el reclutamiento forzado.


En declaraciones a un medio radial “Timochenko” y Sandra Ramírez afirmaron que los niños entraban a las FARC por diferentes motivos: por voluntad propia, por estar enamorados, por tener simpatías, etc., eso no se los cree nadie y en virtud de esa disculpa, les manifiesto que esa actitud no los exonera de su responsabilidad de mantener niños en sus filas para la guerra (niños en filas es un reclutamiento forzado-concepto de la CPI). Decir mentiras para salvar el pellejo, flaco favor le hace a la sociedad colombiana. Hoy los senadores Roy Barreras, Iván Cepeda, Robledo, Sanguino, Petro no opinan, porque hacen parte de ese conglomerado que los cobija con ese manto de impunidad diciendo mentiras como la palabra sagrada de honor que no existe en sus principios como debe ser el de un servidor de la patria.

LAS CONVENCIONES SOBRE EL DERECHO DE LOS NIÑOS

En la edición No 160 de la revista ECOS, escribía “sobre los niños en el conflicto armado y en las guerras” y me basaba en las disposiciones emanadas por diferentes organizaciones de carácter mundial sobre esta situación, que tiene hoy en día una atención principal a los violadores de los derechos de los niños y que no podrán eludir la justicia al ser considerados delitos de lesa humanidad porque los testimonios están vivos en la retina de los colombianos y de sus víctimas. Si la JEP no actúa como lo demanda la justicia otros organismos se encargarán de hacerlo. No podrán pasar impunes ante esta realidad.

También mencionaba que, en un estudio de la Universidad Nacional en el 2009, efectuada por Ximena Pachón, señalaba que Colombia en la década de los años 90 alcanzó la cifra escalofriante de 13.000 niños que han militado en las FARC, ELN y en los grupos de las AUC. Según Ximena se calcula que un tercio de estos niños tenían menos de 15 años. Hay un testimonio real sobre esta situación. En un enfrentamiento contra las FARC en pleno apogeo del conflicto armado a finales del año 2000 el Ejército Colombiano cercó a la columna “Arturo Ruíz” de las FARC en Suratá (Santander), en esta confrontación murieron por parte de la guerrilla 100 personas y fueron capturadas 90, de las cuales 72 eran menores de edad y según sus testimonios llevaban más de 4 y 5 años en las filas. Una realidad que no se puede esconder y que según Sandra Ramírez este fenómeno no existía en las FARC, que mentira más grande.


Testimonios hay muchos en este conflicto de más de 50 años. Un episodio de repudio fueron los hechos en la tragedia de Bojayá municipio del Chocó que es una vergüenza mundial. El resumen de lo ocurrido se plasma en el siguiente relato de la revista SEMANA del 13 de mayo del 2002: “A esa hora los miembros de las FARC celebraban la victoria militar y no el más escalofriante ataque en su historia contra civiles inocentes: 117 personas murieron, entre ellos 47 niños de una población de 1.100 habitantes. Es decir, le habían quitado la vida al 10 por ciento de un pueblo humilde y olvidado”.Pregunto, ¿podría cicatrizarse esta tragedia en un pueblo humilde donde murieron tantos niños inocentes?, una pregunta que se la traslado a la JEP, que, si la justicia no opera, jamás podremos tener paz. Fue un mes de abril que cercenaron las esperanzas de vida de un pueblo humilde y olvidado por el Estado y su defensa fue refugiarse en una Iglesia que destruyeron a sangre y fuego. Nunca se nos podrá olvidar.


Es la otra cara del conflicto senadora Sandra en la cual las FARC asesinaron niños indefensos y sus jefes están hoy en el Congreso dictándonos cátedras de ética y moral sin recordar las masacres y el reclutamiento de miles de niños que frustraron sus esperanzas al estar confinados en una guerrilla despiadada liderada por unos “carniceros” que obligaban a las niñas a abortar en un sentimiento infame que no tiene perdón de Dios. Esto es un doloroso y conmovedor relato de los horrores de la guerra que no tendrán perdón alguno y se asemeja a lo ocurrido en Auschwitz con el exterminio de miles de judíos y niños que aún hoy después de 75 años de haber terminado la Segunda Guerra Mundial no se olvidan y se persiguen a estos genocidas del horror. He leído muchos testimonios de esta guerra cruel y despiada en la cual la piel se eriza al observar tantas atrocidades.


En el libro editado por el Centro de Memoria Histórica “Una Guerra sin Edad” se documenta muy bien los más de 17.000 casos de reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado y señala a las FARC en más del 52% de esta práctica feroz llevada a cabo por sus jefes de filas. Así mismo, define que niños en filas de grupos guerrilleros y de AUC es de por sí un “reclutamiento forzado” así sea por amor, por ideología, por atracción como dicen la nueva vicepresidente del Senado y “Timochenko”, con ello solo demuestran la ignorancia e insensatez de estas prácticas que ven normales.


El libro un compendio estadístico bien fundamentado señala las regiones, por edades por sectores de esta práctica llevada a cabo por todos los grupos armados y el mayor perpetrador del reclutamiento han sido las FARC, adscrito al funcionamiento y directrices emitidas por parte del Estado Mayor Central y Secretariado establecido en sus estatutos (página 253 Una Guerra sin Edad”). En la página 397 del mismo libro, muestra la estructura organizacional de los niños en las FARC y sus responsabilidades en los cuadros de mando.

La JEP debe conocer la dimensión de esta práctica aterradora de unos dirigentes que tenían un objetivo claro, mantener unas estructuras adoctrinadas (de pura sangre) como las hitlerianas para lograr sus objetivos. El no reconocimiento de estas prácticas es atropellar la historia colombiana y convertirla en un paréntesis o una novela aciaga, oscura de nuestra patria. El Proceso de Paz tiene como voluntad sine qua non decir la verdad para que estos hechos no se repitan. El comportamiento de las jefes de las FARC es cínico y mentiroso y, por lo tanto, no tendrán ningún refugio en el mundo entero.

CONCLUSIONES

Los derechos de los niños hoy están sustentados en varias convenciones, declaraciones del DIH, el en CICR, en la ONU, en la Convención de los Derechos del Niño (CDN) cuyo tratado es el más ratificado de las naciones del orbe (195 Estados). Así mismo el 20 de noviembre se estableció el “Dia Mundial del Niño” para recordar los deberes y derechos que tenemos con ellos. La Corte Penal Internacional (CPI) elaboró un libro donde establece la política relativa a los niños en los conflictos armados (noviembre de 2016- Política Relativa a los Niños) cuya finalidad es la de contener y hacer justicia sobre los determinadores de niños, niñas, mujeres y hombres víctimas de atrocidades inimaginables que conmocionaron profundamente a la conciencia de la humanidad. La JEP tendrá que aplicar la justicia y su símbolo es la balanza, que representa la igualdad con que la justicia trata a todos y rige desde el principio de la civilización humana.

“Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”

Albert Camus.

*LAS OPINIONES AQUÍ PUBLICADAS SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DEL CGA

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