
Edición 166
1 de jun de 2021
Libertad y orden
LA INSTITUCIONALIDAD: EL ĆNICO CAMINO.
Tiempos difĆciles han convulsionado a nuestra nación en las Ćŗltimas semanas, y de las soluciones para superar las crisis social, económica y polĆtica actuales, dependerĆ” el futuro del paĆs en las próximas dĆ©cadas. Pero estas no dependen exclusivamente del gobierno; es imperativo que todo el Estado actĆŗe coordinadamente para que sean viables y realizables. Y a la vez, la oposición, los promotores del paro, lĆderes polĆticos y sociales deben participar de este diĆ”logo nacional con propuestas coherentes. Ya no se trata de anular un proyecto de reforma tributaria, o de simplemente levantar un paro nacional. Es diseƱar el paĆs que queremos y podemos tener, mediante un proceso concertado.
JamĆ”s imaginó Robert Boyle en 1661, que su descubrimiento del concepto de agregados de Ć”tomos unidos conformando molĆ©culas, serĆa utilizado en el 2021 para explicar un concepto teórico polĆtico del que muchos hablan pero pocos interpretan bien: la āRevolución Molecular Disipadaā. Planteada en 1977 por el psicoanalista y filósofo francĆ©s FĆ©lix Guattari, como un sistema de lucha universal y emancipación, se trata en tĆ©rminos simples de abrir muchos frentes inconformes e independientes que, sin una dirección unificada, presentan demandas imposibles de cumplir, acorralando a un gobierno que no tiene con quiĆ©n concertar todo, lo que desencadena protestas violentas. La renta bĆ”sica aumentada que desincentiva el trabajo, la eliminación del ESMAD, de los impuestos, de los peajes y otras propuestas, son simplemente inviables, pero populares y enardecen los Ć”nimos colectivos.
La misión de la Fuerza PĆŗblica es clara: de acuerdo con el ArtĆculo 219 de la Constitución no interviene en debates ni apoya movimientos polĆticos. Se limita a resguardar el orden pĆŗblico con contundencia y a proteger a la población. Para tal fin, cuenta con un cuerpo de PolicĆa Nacional entrenado en el control de manifestaciones y comprometido con los procedimientos operacionales y el respeto a los Derechos Humanos. Pero tambiĆ©n, en caso de que sus capacidades sean desbordadas y el gobierno lo determine, las Fuerzas Militares (EjĆ©rcito, Armada y Fuerza AĆ©rea) cuentan con unidades de PolicĆa Militar capacitadas y entrenadas para interactuar con la ciudadanĆa y apoyar esta difĆcil labor, y estructuras de inteligencia para guiar las operaciones de control. Por supuesto, cuando hay excesos, estos deben ser investigados y sancionados como se ha hecho. Y para ello, esta capacidad de apoyo debe reactivarse plenamente, seguirse capacitando permanentemente en normas de procedimiento operacional y Derechos Humanos.
El Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro ha respaldado en un comunicado conjunto con otras 40 asociaciones de militares retirados la protesta social pacĆfica, que es constitucional. Pero la violencia, el vandalismo y la violación de los derechos a abastecerse y movilizarse de la ciudadanĆa, son inaceptables. Igual la injerencia de naciones vecinas, la vinculación de cĆ©lulas urbanas de grupos terroristas e infiltración de violentos en las marchas que han incitado al caos y desestabilización. La solución a esta situación es polĆtica mediante la concertación. La Fuerza PĆŗblica debe tener pleno apoyo y respaldo para cumplir su misión constitucional y las agresiones en su contra deben ser rechazadas de forma enĆ©rgica por toda la sociedad.