Dividir y destruir para reinar?

Señores Generales y Almirantes, es un honor dirigirme a todos ustedes en calidad de Presidente de nuestra estimada Asociación. En primer lugar, quiero expresar mi más sincero agradecimiento y reconocimiento al ex presidente el señor Mayor General Édgar Ceballos Mendoza y a cada miembro de su Junta Directiva saliente, por esa destacada labor y dedicación durante su mandato, demostrando un verdadero compromiso con el CGA; bajo su liderazgo se lograron alcanzar hitos significativos, promoviendo alianzas estratégicas y brindando un espacio de valor para todos nuestros Socios, seguros de que en esta gestión seguiremos trabajando para concretar esas ideas y preocupaciones que surgen y nos afectan.

Esta Asociación desempeña un papel de vital importancia en la promoción de los intereses y el bienestar de aquellos que han servido y continúan sirviendo en las Fuerzas Militares. Nuestra labor es incansable en la defensa de los derechos y beneficios de los militares los cuales merecen un reconocimiento especial.

En un mundo de constante cambio, la labor desempeñada por las Fuerzas Militares es de vital importancia para garantizar la Seguridad, la Defensa y el Orden Constitucional de nuestras Nación. A lo largo de la historia, los hombres y mujeres que hemos servido en estas Fuerzas demostramos valentía inigualable, sacrificando la comodidad y, en muchos casos, nuestra propia vida, en aras de proteger nuestros derechos y libertades.

Es de gran importancia recalcar ese trabajo que realizamos los Veteranos Generales de la República, no sólo por beneficio propio, sino, que desde nuestra experticia militar todos los aportes que hagamos tengan un impacto significativo en la sociedad, que nuestra dedicación y servicio desinteresado inspiren en la contribución por el bienestar de nuestra Nación.

Tenemos retos y tareas muy importantes en las que profundizar, no podemos ser indiferentes, debemos seguir pronunciándonos, documentando con la pluma de la experiencia, participando de manera directa, decidida y respetuosa, como lo hicimos el pasado mes de mayo, mostrando la cohesión, el amor por nuestras creencias y la decisión de proteger lo más querido, NUESTRA PATRIA. Los cambios son necesarios, siempre que se vislumbre el beneficio de todos los colombianos, el mantenimiento de nuestro Orden Constitucional y Democrático, no los deseos de un gobierno.

Los Generales y Almirantes de ayer, hoy y siempre defenderemos la Constitución Política y los más altos valores del Estado.

Por último, como nuevo Presidente y en conjunto con mi Junta Directiva, asumimos la responsabilidad de continuar el buen trabajo realizado por ustedes y me comprometo a laborar arduamente para llevar nuestra Asociación hacia el éxito con respeto y tesón.

Pido a ustedes señores Generales y Almirantes contar con su sabiduría y apoyo, así todo fluirá en armonía y esperanza, como lo hemos hecho durante toda nuestra vida militar