Edición 168
1 de dic de 2021
FAC 102 años
REGRESEMOS A LOS BÁSICOS DE NUESTRA PATRIA
Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”, reza una antigua y sabia frase que, en la situación actual de nuestra patria, cae como anillo al dedo, especialmente ad portas de las elecciones para Senado y Cámara y para Presidencia de la República.
Tomando un párrafo de un artículo de la presente edición, en el cual el autor manifiesta que “Tenemos que volver nuestra mirada a un punto de partida, como fuera el hecho político desafortunado…, cuando se tomó la decisión de eliminar la Cátedra de Historia del plan de estudios de los colegios y así mismo la de Geografía y la Cívica”; podemos determinar una gran falencia en nuestros niños y nuestros jóvenes: el desconocimiento de los orígenes de La República, de la configuración y características del territorio colombiano, del respeto por la Constitución, las leyes, las autoridades, por el prójimo y los bienes ajenos.
Si de manera casual le preguntamos a un joven colombiano menor 25 años si conoce qué sucedió el 11 de noviembre de 1811 o el 7 de agosto de 1819; probablemente ignore que, en la primera fecha, Cartagena de Indias se declaró independiente de la corona española y en la segunda se libró la batalla en el puente de Boyacá, la cual selló totalmente la independencia de nuestra Patria, del reino de España. Estas debilidades y vacíos de conocimiento de la población más joven, están siendo aprovechadas por grupos radicales y por algunos miembros del gremio de la educación, para envolverla y moldear sus mentes a favor de sus intereses.
La juventud colombiana y la población con pocas posibilidades de recibir una ilustración escolar y política adecuada, están siendo presuntamente inducidas a cometer actos bárbaros, a destruir monumentos históricos, a atentar contra la propiedad pública y privada, a atacar a ciudadanos de bien y a miembros de la Fuerza Pública; bajo la fachada de la Protesta Social.
No hay que tener un alto grado de inteligencia para determinar que la tendencia de grupos radicales presentes en la región Latinoamericana, proyecta que Colombia sea una nación más en donde la miseria, la desatención social, la falta de inversión extranjera, el atraso económico y educacional, sea la manera de tener sometidos a sus pobladores; siempre bajo la amenaza de la represión y el terror.
La pretensión de implantar sistemas de gobierno que han resultado fallidos en otras naciones demuestra su miopía futurista. En países como Venezuela, Cuba y Nicaragua se puede observar en su plenitud, el fracaso, la anarquía y la descomposición que trae ese tipo de administración para sus connacionales.
Retomemos los principios básicos para levantar una sociedad sana, pujante, emprendedora. El amor por el trabajo, el crecimiento de la dignidad mediante el esfuerzo honrado, la educación dentro normas de respeto y convivencia, la valoración de la opinión ajena, el celo para mantener el núcleo familiar, son algunos de estos principios.
Aún tenemos oportunidad de elegir de manera inteligente a quienes serán, en el año que viene, los dirigentes de nuestra nación. Escojamos a un nuevo presidente, a senadores y representantes, que tengan el único y verdadero interés de ver crecer al pueblo que el Creador colocó en un territorio de privilegio mundial.
Aprendamos de la experiencia ajena, sigamos los principios con los cuales algunos países que hace menos de cincuenta años eran más atrasados que el nuestro, y hoy son ejemplo de cultura y progreso. Seamos portadores de un mensaje claro que permita corregir el rumbo de nuestra amada Colombia, para que sea conducida por manos pulcras, limpias de corrupción y de sangre, y que lleven a esta gran nación hacia su crecimiento y su victoria.
En el Aniversario número 27 del Cuerpo de Generales y Almirantes, que se celebra el 12 de diciembre de 2021, honramos a todos sus miembros por los valiosos aportes para el fortalecimiento de la organización.