Por: Brigadier General (RA) Adolfo Clavijo Ardila
Foto: AFP
Problema
El coronavirus es un problema grave que viene afectando al mundo desde diciembre de 2019. A Colombia, esta pandemia llegó en marzo de 2020, y a la fecha – mediados de abril- se han contagiado muchos compatriotas en varias partes del país, siendo Bogotá la más afectada. Las cifras señalan más de tres millares de enfermos y varias decenas de muertos. Este mal cogió al país sin suficientes recursos sanitarios en cuanto a clínicas, hospitales, salas de cuidados intensivos, médicos, enfermeros, auxiliares y otros.
El contagio inicial del coronavirus en Colombia se debió a la incursión en el territorio nacional de personas que venían del exterior y que no se sometieron a las pruebas y exámenes de control ni al aislamiento correspondiente.
Solución y medidas
Para atender el problema, inicialmente, a nivel regional y local, las autoridades impusieron diferentes medidas con el fin de controlar la expansión de la enfermedad y posteriormente el gobierno central reguló todas las medidas imponiendo una cuarentena en todo el país y dispuso acciones que condujeran a mejorar sustancialmente los servicios sanitarios para suplir sus deficiencias y combatir con eficacia el fenómeno.
Las medidas de confinamiento tomadas por el gobierno de Duque para frenar la diseminación del coronavirus han sido apropiadas y oportunas, aunque, por supuesto, trajeron dificultades e inconvenientes a la vida normal en todos los órdenes de la nación.
Implicaciones
Como se anotó, el aislamiento de la población en sus casas, para darle solución a la pandemia del coronavirus, trajo implicaciones sociales y económicas para desarrollos empresariales y personales del país
Sociales: Las medidas tomadas afectaron los órdenes de la salubridad, del empleo, del estudio presencial, de los ingresos familiares y personales que muchos los perdieron, del deporte, de la entretención y diversión, de las relaciones familiares e interpersonales y de otros más.
Económicas y financieras: Esas mismas medidas generaron: el cierre de empresas; el cierre de tiendas y negocios pequeños; la reducción de actividades y operaciones financieras; la suspensión de viajes aéreos y la afectación del turismo; la prohibición de ventas ambulantes; la reducción notoria de importaciones y exportaciones; la suspensión de actividades artísticas, deportivas, y de entretenimiento, etc.
Perjuicios
La medida de confinamiento ha ocasionado graves perjuicios a pequeñas empresas, a trabajadores particulares, a quienes viven de lo que logran en un día y a quienes dependen del tránsito callejero de la comunidad. También se han perjudicado demasiado, quienes han perdido sus puestos de trabajo por cierre o deterioro de las empresas que los venían empleando y muchos más colombianos que han perdido sus ingresos normales y están quedando en la ruina. Esta situación viene afectando también a grandes, medianas y pequeñas industrias
Por estas causas, el país viene presentando un desastroso futuro, demasiado incierto, del que no se tiene idea de cuándo cambiará hacia mejores rumbos.
Improvisación
Para efectos de ir atendiendo las grandes necesidades presentadas por el Covid19, el Gobierno ha venido disponiendo del suministro de ayudas de mercados, de instrumentos medicinales, de apoyos económicos y de otros auxilios, aportados, unos por el propio Estado y otros por empresas del sector privado que han sido muy generosas y también de ayudas directas de particulares filantrópicos. Partes importantes de estos auxilios a comunidades necesitadas y a familias o personas en particular, no han llegado a su destino o se han demorado en llegar. Esto se debe a la inexistencia de información precisa sobre los sitios y las comunidades o personas que deben recibir las ayudas y a la falta de planes para el efecto.
Estas demoras en las entregas de ayudas se explican por la repentina presentación de los hechos. No se contaba con planes específicos que permitieran ejecutar acciones de esta naturaleza que se pudieran cumplir con oportunidad y precisión
Corrupción
Desafortunadamente, aprovechando abusivamente la difícil coyuntura que ha generado el coronavirus en casi todo el país, no han faltado las empresas, los comerciantes, negociadores y pícaros en general que buscando ganancias sucias han tramitado contratos ‘chimbos’; han subido arbitraria y escandalosamente el precio a productos alimenticios, medicinales y otros más y demás artículos que obligatoriamente la gente tiene que adquirir.
Se espera que las autoridades correspondientes en todas las instancias, órdenes y niveles actúen oportunamente frenando esta tendencia delincuencial, así como también se espera que la justicia, ante estos casos, llegue a tiempo y proceda con ecuanimidad y severidad.
Delincuencia
No obstante lo crítico y lo difícil de la situación que vive la ciudadanía y la población rural por causa del coronavirus, no han faltado los sinvergüenzas delincuentes que se han valido de las difíciles circunstancias del momento para asaltar, atracar, robar, saquear, etc., almacenes, casas y ciudadanos indefensos. Esto ha ocurrido en varias ciudades, poblaciones y regiones del país. El compromiso adicional de las autoridades y de la Fuerza Pública para atender los ambientes del momento actual, facilita la comisión de hechos delictivos.
Hay que aceptar que, dadas las circunstancias vigentes, la delincuencia en general ha disminuido, aunque no la corrupción. A nivel oficial, no se debe bajar la guardia para combatir todo tipo de delito.
Irresponsabilidad
A pesar de la crítica situación presentada en todos los contextos del desarrollo nacional por el coronavirus, no han faltado los irresponsables y necios que salen a las calles a realizar manifestaciones incoherentes e innecesarias o simplemente a incumplir las normas que se han expedido para evitar la expansión y el contagio de Covid 19.
Esta gente no solo corre el riesgo de adquirir la pandemia, sino que ponen en peligro de prendérsela a otras personas, entre ellas a familiares y amigos
Reconocimientos y agradecimientos
Las labores desarrolladas por todos los miembros del sector de la salud para controlar la propagación del coronavirus y para atender a quienes ya se han contagiado de la epidemia, merecen el más vivo reconocimiento y la gratitud de la población colombiana. Igualmente, se han hecho acreedores a estas manifestaciones de admiración y afecto de los colombianos, la Fuerza Pública y todas las entidades y personas que en uno u otro sentido han contribuido a minimizar la problemática.
No olvidamos, los colombianos, que algunos médicos han entregado sus vidas en función de servirles a sus compatriotas.
Esperanza
A todos los colombianos nos queda la viva esperanza de que esta pandemia del coronavirus pase pronto, aunque esto no se vislumbra, y que quienes han sido afectados duramente en varios sentidos por este mal, puedan recuperarse totalmente y aún mejorar, posteriormente, sus condiciones de ingresos y por lo tanto de vida en general.
También contamos con la esperanza de que quienes delinquieron en una u otra forma explotando la situación presentada, paguen penalmente sus fechorías.
Igualmente tenemos el anhelo de que las situaciones presentadas por la pandemia del coronavirus sirvan para que los colombianos obtengamos un mejor futuro en todo sentido.
*LAS OPINIONES AQUÍ PUBLICADAS SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DEL CGA
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